Patrimonio histórico cultural

El gran templo parroquial de San Vicente se encuentra situado en el centro del pueblo. Con un amplio pórtico renacentista (siglo XVI) abierto en arcadas decoradas. La torre es una sobria y elegante construcción de buena silleria, erigida en el momento purista del bajo renacimiento (XVI-XVIII). El doble altar mayor es el elemento que más destaca.

Se encuentra a la salida de la villa, junto al antiguo molino, a orillas del río Biarra, de donde proviene su nombre Ur-alde. Data del siglo XVI, es renacentista y presenta nave de techumbre y cabecera recta cubierta con bóveda nervada.

Se encuentra situada en el alto de la sierra de Bitigarra. La ermita sirvió en su tiempo de refugio de caminantes y peregrinos, realizando el ermitaño tareas de guía de extraviados en los vericuetos montañeses con ocasión de tormentas o similares.

Es una obra del siglo XVI, con planta rectangular y tres tramos de bóvedas nervadas. Su pórtico arcado es de buena sillería. Se construyó con la piedra de la ermita de San Esteban, que fue demolida en 1771.

Templo del siglo XVI, de planta rectangular con cabecera ochavada y nave de tres tramos con bóvedas nervadas. Del siglo XVIII son la portada, la sacristía y el pórtico que fue construido aprovechando la piedra de la demolida ermita de Nuestra Señora de Lezeta.

Se encuentra situada a las afueras de la villa, al norte de la misma y sobre un altozano. Se trata de una construcción románica de reducidas dimensiones y tipología bastante arcaica, construida con grandes sillares.

Es la actual capilla del cementerio, situado al sur del pueblo. Documentada ya en el siglo XVI, fue reparada en diversas ocasiones durante los siglos XVIII y XIX por cuenta de la parroquia.

Se trata de una construcción románica de planta rectangular y ábside semicircular cubierto por bóveda de horno. La nave fue reconstruida en 1933, reforzando su estructura. La ermita está edificada con grandes sillares entre los que conserva 23 fragmentos de estelas y lápidas funerarias romanas aprovechadas de alguna necrópolis cercana.    

Estaba situada al norte dentro del recinto amurallado y defendiendo la villa desde este punto. A la vez, y desde esta posición elevada, dominaba los caminos y rutas que se dirigían tanto a la Llanada como hacia la Navarra Media.

Este templo denota su carácter de iglesia-fortaleza, elemento indispensable en la defensa de la villa por el sur, mientras que por el norte la guardaba la desaparecida torre de Gaonas y Lazkanos. El templo conserva aún todo su empaque guerrero puesto que durante la guerra carlista además se fortificó.